sábado, 17 de octubre de 2009

ESTABELCIENDO Y CUIDANDO MIS PRIORIDADES Parte 2 PRIORIDAD I "Cuidando Mi Fe"


“Ese día al anochecer, les dijo a sus discípulos: Crucemos al otro lado. Dejaron a la multitud y se fueron con él en la barca donde estaba. También lo acompañaban otras barcas. Se desató entonces una fuerte tormenta, y las olas azotaban la barca, tanto que ya comenzaba a inundarse. Jesús, mientras tanto, estaba en la popa, durmiendo sobre un cabezal, así que los discípulos lo despertaron. ¡Maestro! gritaron, ¿no te importa que nos ahoguemos? Él se levantó, reprendió al viento y ordenó al mar: ¡Silencio! ¡Cálmate! El viento se calmó y todo quedó completamente tranquilo. ¿Por qué tienen tanto miedo? dijo a sus discípulos. ¿Todavía no tienen fe?” (Mr.4:35-40).

Introducción. Si te dieran la Oportunidad de vencer tus miedos, superar tus obstáculos, recuperar la confianza en ti mismo, conocer el poder del amor, lograr una relación de pareja perfecta, generar las riquezas que siempre has deseado y atraer solo aquello que deseas a tu vida. ¿Aprovecharías esta oportunidad para cambiar tu vida?
Muchas personas sueñan con un mejor mañana, están cansadas de llevar su pasado y no soportan el peso de su presente, quien ver cambios en su vida y su familia. Pero lejos de tener una esperanza, viven con una actitud pesimista, de queja y de negación ante mejores oportunidades. Mantienen un vocabulario de víctima y de derrota, reflejan frustración y siempre hay una palabra de crítica o señalamiento hacia los que están en una mejor posición social, económica o familiar. Consumidos por la envidia se cumple en ellos lo que dice el apóstol Santiago: “Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no podéis alcanzar; combatís y lucháis, pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís” (Sant.4:2). La razón principal por la que muchas personas prefieren esforzarse solos y tratar de alcanzar las cosas por sí mismos, sin buscar la ayuda de Dios es su falta de fe. Carecen de la confianza para poner sus problemas y necesidades en las manos de Dios y esperar que él actúe.

La fe es determinante para tener éxito en la vida.

No podemos acercarnos a Dios si no es a través de la fe. A Dios le plació salvarnos a través de la fe. Todas las personas que han sido consideradas como hombres y mujeres de Dios, han sido personas de fe. La historia está llena de testimonios de fe. Las hazañas mas grandes fueron hechas por personas que tenían fe.
Tener fe es la mayor necesidad del ser humano. Cultivar y cuidar la fe, ha de ser la primera prioridad de cada persona.
- Primero. Porque la fe es indispensable para agradar a Dios. “sin fe es imposible agradar a Dios” (Heb.11:6).
- Segundo. Porque la salvación está condicionada por la fe. “El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios. El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él” (Jn.3:18,36).
- Tercero. Porque la fe es la motivación principal para triunfar. “Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible” (Mr.9:23).
- Cuarto. Porque la fe es determinante cuando estamos en problemas. Pedro por su poca fe, se estaba hundiendo en el mar cuando está a punto de realizar la hazaña mas grande de su vida y de la historia, y Jesús le dijo: “! Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste?” (Mat.14:31). La mujer del flujo de sangre fue salvada por su fe cuando ya no tenía esperanza, y Jesús le dijo: “Hija, tu fe te ha salvado; ve en paz” (Luc.8:48).

La fe es sinónimo de creer, por lo tanto es la base fundamental para lograr las cosas en nuestra vida, ya que cuando tenemos la confianza en que las cosas pueden ser como queremos es lo que las hace posible.
En general, fe es aceptar la palabra de otro, confiando que es honesto, y por lo tanto que su palabra es veraz. El motivo básico de toda fe es la autoridad (el derecho a ser creído) de aquel a quien se cree. Cuando se cree a Dios se trata de fe divina, es fe humana o moral cuando se cree a un ser humano, concepto o cosa. La biblia define a la fe de la siguiente manera: “Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve” (Heb.11:1).

El "entendimiento" es la recompensa de la "fe". Así que, no busques entender para poder creer, sino debes de creer para poder entender. Agustino
Fe para sacarme de mi tribulación no es "fe en Dios". La fe significa que, aunque me saque o no, seguiré creyendo que Dios es Amor. Algunas cosas solamente se aprenden en horno de fuego. Osvaldo Chambers

Cuando no tenemos fe es como andar a la deriva y con los ojos vendados. En cambio, cuando tenemos fe incondicional es como si camináramos de la mano guiados por nuestro padre, como cuando éramos niños.
La fe cierra la puerta a la duda y el miedo en tu vida. La fe centrada en Dios nos produce paz.
La Biblia está llena de testimonios de fe. La Biblia es un testimonio de fe.

Entre tantos testimonios de fe, encontramos en el Nuevo Testamento el de un hombre llamado Jairo y la mujer con el flujo de sangre (Marcos 5:21-43).

Cuando ejercitamos nuestra fe, toma una de dos formas: una “fe reclamante” o una “fe confiada”. Si la comparamos con un evento deportivo, un tipo sería la ofensiva y el otro la defensa.

1. La fe reclamante es como jugar a la ofensiva. Es agresiva. Toma la iniciativa y se aferra a lo que Dios ha prometido, persistiendo activamente a través de la oración y obediencia hasta obtener la respuesta.
Ejemplo: La mujer con el flujo de sangre (5:25-34). La mujer con el flujo de sangre ejerció la “fe reclamante”. Persiguió a Jesús, lo alcanzo y lo toco. Su toque fue diferente al toque de todos los demás. Recurrió al poder de Dios y Jesús lo supo. Su fe radical la hizo completa (v.34).
2. La fe confiada es como jugar a la defensiva. Es calmada y quieta, construida en una relación personal con Jesucristo. Descansa en el conocimiento del carácter de Dios en tiempos difíciles.
Ejemplo: Jairo (5:21-24,35-43). Jairo era un oficial de la sinagoga. Su hija está en casa, enferma y cerca de la muerte. Cuanto Jesús fue interrumpido en el momento en que iba camino a verla, Jairo no se alarmo. Calmadamente, descanso en su relación con Jesús. Confió a pesar de que no entendía.

Las dinámicas de la fe.
La fe está en todas partes a nuestro alrededor. Todos nosotros la ejercitamos diariamente. Por ejemplo cuando visitamos un medico cuyo nombre no puedes pronunciar, le da una receta médica que no puede leer, se la lleva a un farmaceuta que nunca había visto. Él le da la medicina que ni entiende… y aun así usted se la toma.
1. La fe se recibe de Dios (Rom.12:3; Ef.2:8).
- Ya la tenemos. Por medida según la capacidad de cada uno. “conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno” (Rom.12:3).
- Lo importante es activarla y saber donde aplicarla. “¿Por qué tienen tanto miedo? dijo a sus discípulos. ¿Todavía no tienen fe?” (Mr.4:40).
2. La fe es desarrollada a través de la Palabra de Dios (Rom.10:17). Al aprender de la Palabra de Dios y ejercitarla, fortalecemos el musculo interior de la fe. Hay que darle importancia a nuestra fe, y hacer de la fe la prioridad número uno de nuestra vida.
3. La fe opera a través de nuestras palabras y acciones (Rom.10:9; Mar.11:23). Tener fe y confesar siempre van acompañados. Tener fe y actuar van siempre acompañados. No puedes pensar o decir que tienes fe, si mantienes un vocabulario-lenguaje negativo. Jesús nos enseña del poder de las palabras diciendo: “Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho” (Mr.11:23). "Nuestro lenguaje forma nuestras vidas y hechiza nuestro pensamiento" Albert Einstein. Las palabras no se las lleva el viento, las palabras dejan huella, tienen poder e influyen positiva o negativamente. Cuida tus palabras, porque ellas marcan tu destino. La Palabra de Dios también nos enseña que la fe sin obras es muerta. “Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma. Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras.” (Santg.2:17-18).
4. La fe es probada en nuestras circunstancias diarias (Santg.1:2-3). En la vida tendrá días difíciles que probaran y ejercitaran su fe.

Jesús dijo a sus discípulos: “pasemos al otro lado”, viéndolo simplemente paceré que todo lo que Jesús quería era llevar a sus discípulos al otro lado del mar; pero si analizamos los hechos de la travesía, encontramos que Jesús quería algo más que llevarlos al otro lado del mar. Lo que Jesús estaba tratando de hacer con sus discípulos era llevarlos a otro nivel superior de fe. Y premeditadamente preparo la tormenta y se acostó a dormir. Los dejo “solos” para probar su fe.

Quizás a usted Dios también le ha dicho: “pasemos al otro lado”, porque quiere llevarle a un nuevo y más alto nivel de fe. Y ahora mismo usted está atravesando por una cantidad de problemas en su vida, ha estado luchando para resolver sus problemas, te sientes cansado, y te aterra el temor de perder. Llevas tiempo orando y clamando a Jesús por ayuda, pero sientes que él está durmiendo mientras tu barca se hunde y al igual que los discípulos les has preguntado muchas veces: ¿no te importa que nos ahoguemos? ¿No te interesan mis problemas? ¿Por qué no vienes en mi ayuda? ¿Por qué te has alejado y olvidado de mi? Estas a punto de darte por vencido, porque el desaliento se ha apoderado de ti.

Pero Jesús te dice: ¿Por qué tienes tanto miedo? …. ¿Todavía no tienes fe? No importa cuán grande sea la tormenta, no te preocupes si tu barca está a punto de hundirse, si Jesús esta en ella, aun cuando este dormido tú vida estará segura. Él te ha prometido diciendo: “Yo estaré con ustedes todos los días hasta el fin del mundo” “No te dejaré ni te desampararé”. Dios no nos pone una prueba que no podamos soportar, y juntamente con la prueba, nos da también la salida.

Quizás al igual que Pedro cuando iba caminando sobre el mar, usted está a punto de realizar la mayor hazaña, de tomar la mayor decisión, de alcanzar el mayor reto de tu vida. Mantén tu mirada fija en Jesús que te llama y te dice: “ven, tú puedes”, y no mires a los que quedaron a tras, no te concentres en las grandes olas y los fuertes vientos que te amenazan y te azotan. Si Jesús te ha dicho: “Ven” o “Vamos”, simplemente ve. Si É te ha dicho lánzate al agua, yo estaré contigo, hazlo por fe. Cree en sus palabras. Porque él es poderoso para cuidarte.

Toma tiempo para cuidar y fortalecer tu fe. Tú fe es lo mas importante en tu vida. La fe debe ser tú prioridad principal. No dejes que los urgentes quehaceres diarios, te roben el tiempo de cultivar lo importante que es tú fe. La fe es lo único que queda cuando todo falla. Que te falte todo, pero que nunca te falte la fe.

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